Usted puede entender la Biblia

La gente dice: “Es muy difícil entender la Biblia.” Si ésta fuera una idea inofensiva, podríamos sonreír y olvidar el asunto. Pero la idea de que el hombre de la calle no sea capaz de entender la mayor parte de la Biblia es falsa y peligrosa. ¿Por qué?

Al que a mí viene, no le echo fuera.
Juan 6:37

La gente dice: “Es muy difícil entender la Biblia.” Muchos suponen que esto es uno de los hechos que “todo mundo sabe.”

Si ésta fuera una idea inofensiva, podríamos sonreír y olvidar el asunto. Pero la idea de que el hombre de la calle no sea capaz de entender la mayor parte de la Biblia es falsa y peligrosa.

¿Por qué?

Quienes “no pueden entender la Biblia” no se molestarán en leerla. Esto es colaborar con el diablo, ya que él sabe que la ignorancia y la esclavitud van de la mano. (Al inicio del siglo diecinueve, varios estados de Estados Unidos aprobaron leyes que prohibían que se les enseñara a los esclavos a leer. Era más fácil someter a un esclavo ignorante.) Satanás quiere mantenernos bajo servidumbre.

Además, insultamos a Dios al decir que Él nos ha dado una Biblia que no Podemos entender la mayoría de nosotros. La Biblia fue escrita para la gente común. Decir que es demasiado profunda o que no se le entiende nada es decir que la Biblia es un fracaso y que la culpa la tiene Dios. A Dios jamás le faltan las palabras. Él sabe expresar exactamente lo que quiere comunicar. Un niño de doce años es capaz de entender gran parte de la Biblia. ¿Será difícil entender las palabras de Jesús en Juan 6:37: “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera”? ¿O en Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”? La Biblia contiene miles de versículos como éstos.

Entonces, ¿de dónde viene la idea de que la Biblia sea difícil de entender?

Muchas personas dicen que no pueden entender la Biblia porque les cuesta creer lo que dice. La Biblia es un libro revolucionario, no en el sentido violento, sino en el sentido de que trastorna por completo nuestra manera de pensar. Nos da un sobresalto leer: “A cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.” Como no logramos asimilar lo que ven nuestros ojos, decimos que no entendemos.

En muchos casos, las personas no logran entender la Biblia porque la leen muy superficialmente—sólo para poder decir que la han leído. Pero el que únicamente hojea la Biblia sacará tanto provecho como el que hojea un libro de matemáticas. Quizá se le pegue una que otra idea útil, pero quedará lejos de dominar la materia a menos que haga los ejercicios. “El que quiera hacer la voluntad de Dios,” dijo Jesús, “conocerá…”

La gente suele decir que es difícil entender la Biblia porque todos parecen estar en desacuerdo respecto a lo que la Biblia dice. “Ésa es tu interpretación,” dicen cuando alguien cita la Biblia. Pero eso no es culpa de la Biblia. Es culpa de los que leen la Biblia y la interpretan a su propio criterio. Quieren que la Biblia diga lo que ellos quieren que diga, y se convencen de que eso es lo que dice.

Por supuesto que la Biblia contiene algunas obvias figuras retóricas, y tenemos que usar “el sentido que tenga sentido”. Pero aparte de eso, podemos entender la Palabra de Dios en su sentido literal. Así lo hacen los verdaderos cristianos. Se cambian a sí mismos para adaptarse a la Biblia, en lugar de cambiar la Biblia para que se adapte a ellos. Juan Bunyan (autor de El progreso del peregrino) era ese tipo de cristiano. Comentó respecto a la lectura de un capítulo de la Biblia: “Temblaba por temor a que me fuera a golpear.” Pero eso no le impedía leer la Biblia y no detiene a ningún cristiano sincero hoy. ¡Les encanta!

La Biblia sí tiene sus partes más difíciles—algunos de los capítulos del libro de Romanos, por ejemplo. Pablo escribió a los corintios diciéndoles que él los alimentaba con leche y no con vianda. La razón: Aún eran “niños en Cristo” (1 Corintios 3:1, 2) Hebreos 5:14 dice que el alimento sólido, refiriéndose a los pasajes más difíciles de la Biblia, es “para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.” Los pasajes “difíciles” nos estimulan a seguir buscando las grandes verdades que revelan más acerca de nuestro gran Dios.

¿Por dónde se debe comenzar?

Comience con los Evangelios. Muchas personas empiezan con el libro de Juan, aun cuando contiene algunos versículos que al principio parecen desconcertantes. Luego pasan al libro de los Hechos y algunas de las partes más fáciles de las Epístolas (cartas a las iglesias, escritas por los apóstoles) antes de estudiar las partes más difíciles.

A medida que vaya leyendo, trate de captar el sentido del pasaje entero, no sólo de versículos aislados. Muchas personas olvidan esto. Por eso se confunden y terminan por irse tras los extremistas. Cuando leemos “Por gracia sois salvos… no por obras…”, debemos recordar que la Biblia también dice: “El hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.” Estos dos versículos no se contradicen; sólo exponen dos lados del mismo asunto.

No olvide pedir al Señor que Él le ayude a entender Su Libro. La mayoría de los autores no pueden hacer esto, ¡pero el Señor, sí! Lo que es más, Él puede llevarle a conocerlo a Él, que a fin de cuentas es el propósito supremo de la lectura de la Biblia.

En resumen:

  • Empiece leyendo las partes fáciles.
  • Crea lo que dice la Biblia.
  • No se limite a leerla; estúdiela.
  • Entienda el significado del pasaje completo.
  • Obedezca todo lo que pueda entender.
  • Sobre todo, conozca al Autor.
  • Una cosa más: haga amistad con el pueblo de Dios; no con los que sólo dicen que creen la Biblia, sino con los que la viven. Sin amigos piadosos, cualquiera de nosotros que lea la Biblia a solas le puede dar un giro incorrecto. Dios habla a grupos, no sólo a individuos, por medio de Su Palabra. Salomón dijo: “El que anda con sabios, sabio será.”

El estudio de la Palabra de Dios le puede despertar, como despertó a un hombre de veinte años que por fin se entusiasmó con la lectura de la Biblia. Después de leer algunas partes fáciles, sorprendió a sus amigos en la iglesia al abordar libros más difíciles de la Biblia como Levítico y Deuteronomio.

Exclamó:

—¡Es emocionante!

Y un día lo resumió todo al decir:

—¡No me explico qué fue lo que me mantuvo apartado de este Libro por tanto tiempo!

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Preparado y presentado en inglés por la junta de publicaciones de la IGLESIA MENONITA DE PENSILVANIA ORIENTAL Y ÁREAS RELACIONADAS.

El texto bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.

Reina-Valera 1960® es una marca registrada de American Bible Society, y se puede usar solamente bajo licencia.

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Español
Publisher
Rod and Staff Publishers Inc.
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