Elena estudiaba en el colegio. Tenía mucho talento y pensaba estudiar para abogada. Pero un día Elena quedó embarazada. Todavía le faltaba un año de colegio y después, la universidad. ¿Qué podría hacer ahora?
Los deseos sexuales son creados por Dios. La legítima expresión de los mismos, dentro del matrimonio, es bello. Pero nuestra vieja naturaleza se inclina automáticamente a la fornicación. Pero, si fornicamos porque es parte de nuestra naturaleza, ¿cómo podemos dejar de hacerlo?
¿Seguro? No puedo creer que por cualquier robo Dios me condene. Seguramente él pasará por alto unas pocas raterías.
Tú tienes dueño
La mayoría de las personas no les interesa saber este tema de la obediencia, porque interfiere con su intención de dar rienda suelta a los deseos de la carne. Pensamos que si vivimos como queremos, eso nos trae felicidad, pero los resultados dicen todo lo contrario. ¡Seamos sabios y obedezcamos!
El juicio como en los días de Lot
El juicio como en los días de Noé
El juicio de hoy
El juicio final