El evangelio de la prosperidad

¿Habría lugar para Jesús in las Iglesias donde predican el evangelio de la prosperidad y la salud? ¿Está basada su doctrina en la verdad del Nuevo Testamento? Un examen de tales enseñanzas a la luz de la Palabra de Dios

Hoy día, el mundo evangélico se ha visto enfrentado con un evangelio que destaca la prosperidad y la salud. Si bien ha sido llamado por distintos nombres desde sus orígenes, hoy día son comunes los nombres Doctrina de la Prosperidad, Movimiento de la Fe, o Palabra de Fe. ¿Es este movimiento en realidad un movimiento que refleja la fe que espera, la fe que confía en medio de la adversidad?

Este movimiento asegura que recibimos lo que declaramos para nuestra vida. Es común escuchar que, ya que somos hijos del Rey, tenemos el derecho de vivir como tales y de pedir lo que queremos y lo recibiremos. También se dice que lo que uno declara por fe, eso lo recibirá. 

Si bien es muy difícil determinar los orígenes mismos del movimiento o su fundador, E.W. Kenyon, nacido en 1867¹, desempeñó un papel determinante en lo que más tarde se convertiría en el Movimiento de la Fe tal como lo conocemos hoy. Kenyon combinó elementos de las sectas metafísicas, como la Ciencia Cristiana y la teología del “New Thought” (Nuevo Pensamiento), para llegar a una nueva teología que fue absorbida por los cristianos que procuraban levantar un ministerio de sanidad². Otros también han dejado huella en el movimiento o son hoy día promotores del mismo: Kenneth Hagin, Pat Robertson y Kenneth Copeland.

No todos los promotores de este movimiento de prosperidad y salud hacen las mismas aplicaciones de su doctrina. Sin embargo, pareciera que un pilar del movimiento es la idea de darle a Dios para que él nos dé a nosotros. Promueve el dar a Dios como una fórmula infalible: Usted da y Dios se ve comprometido a devolver duplicado, cuadruplicado, o aun al ciento por uno. ¿Es ésta una manera bíblica de pensar? ¿Es una idea conforme al corazón de Dios? ¿O es una conclusión a la idea humanista del pensamiento positivo?

Un pasaje bíblico que se cita a menudo es Malaquías 3:10: “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ven tanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”. Pero, en realidad, ¿qué nos está diciendo con esto?

Primero, en este pasaje Jehová reprende a una nación caída, con un sacerdocio corrupto. Aun dice de ellos: “Vosotros me habéis robado … en vuestros diezmos y ofrendas” (v. 8). También les dice: “Malditos sois con maldición” (v. 9). Luego viene el reto de Jehová en que él promete restaurarlos a un estado de bendición y prosperidad. Nótese el énfasis en restaurarlos y no en “enriquecerlos”. Jehová quiere que vuelvan a dar lo que la ley pide de ellos, pero no para que él pueda enriquecerlos, sino para que los diezmos lleguen a las viudas, a los huérfanos y a los levitas.

En segundo lugar, tanto el diezmo como la bendición material son conceptos del Antiguo Testamento. En los libros del Nuevo Testamento el diezmo no es obligatorio y aunque se cita 2 Corintios 9 para justificar las promesas de bendición material, se toma fuera de contexto. Más bien, el Nuevo Testamento nos anima a vender lo que poseemos para dar limosna (Lucas 12:33), repartir entre los que tienen necesidad (Hechos 4:35), y nos asegura que a los pobres siempre los tendremos con nosotros (Juan 12:8).

Por último, para promover un evangelio de prosperidad, es necesario enfrentar las serias advertencias en contra del dinero y las riquezas que encontramos en el Nuevo Testamento. El dinero es, en realidad, un peligro y una trampa: “raíz de todos los males es el amor al dinero”, algo que vuelve casi imposible la llegada al cielo (Lucas 18:25).

Para los cristianos atrapados en la doctrina de la prosperidad, darle a Dios es un negocio que funciona. Para basar semejantes declaraciones citan Marcos 10:29-30: “De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado … que no reciba cien veces más ahora en este tiempo”. Este pasaje promete casas y tierras en este tiempo. Pero notemos algunas condiciones.

La promesa es para el que haya dejado casas y tierras, lo cual no vemos hoy día entre los promotores de la prosperidad. Su intención no es dejar sino acaparar. La bendición de Marcos 10:29-30 es para el destituido, no para el que quiera más. Por otra parte, junto con casas y tierras, también promete persecuciones. ¿Cómo podemos recibir todo esto? El cumplimiento se encuentra únicamente en la comunidad cristiana como se proyecta en Hechos 4:32, donde “ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía”. 

Hay muchas citas bíblias que los promotores de la prosperidad usan para apoyar su enseñanza. No alcanzaríamos a verlas en este artículo. Sin embargo, normalmente podemos ver que cometen los mismos a tropellos que ya notamos en los dos casos anteriores. Es decir:

  1. Toman enseñanzas para el pueblo civil del Antiguo Pacto y pretenden enseñarlas como principios vigentes para la iglesia del Nuevo Testamento. Su Biblia es plana, no hay superioridad del Nuevo Pacto.
  2. Hacen a un lado las serias advertencias del Nuevo Testamento tanto en contra del materialismo y la avaricia como del dinero y las riquezas mismas.
  3. Resaltan las enseñanzas que pudieran interpretarse como bendición material, y hacen a un lado los textos que nos hablan de persecuciones, sufrimientos, y necesidades físicas que son incompatibles con la prosperidad económica, pero muy reales en este mundo caído.

Todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” (2 Timoteo 3:12).

Si bien, el Movimiento de la Fe moderno basa muchas de sus enseñanzas en distorsiones de los pasajes bíblicos, debemos tomar en cuenta que en sus orígenes el movimiento se inspiró en conceptos gnósticos y metafísicos como el dualismo, la negación de la realidad, y el pensamiento positivo.³ Esto debe ser suficiente para que todo cristiano serio huya de cualquier doctrina de “prosperidad y salud” como se predica hoy día. Y lo que es más, aun hoy día los “maestros de la fe”, como llaman a los líderes destacados del movimiento, cuentan libremente de visiones y encuentros con Jesús y el Espíritu Santo, de manera que no tienen que proveer bases bíblicas para sus enseñanzas.

¿Sabía usted que Jesús, Pablo, y los primeros cristianos de Jerusalén no tendrían cabida en muchas iglesias hoy día? Algunos de ellos fueron pobres, y muchos aseguran hoy día que el cristiano pobre deshonra a su Dios. Kenneth Copeland dice que la “pobreza es un espíritu maligno”.⁴ ¿Habría lugar para Jesús y Pablo en su iglesia?

Otros rasgos del evangelio de la prosperidad

  • Es un evangelio o una doctrina que seduce, al igual que la doctrina de la malvada Jezabel, la mujer de Tiatira de Apocalipsis 2:20. El evangelio de la prosperidad apela a la parte más oscura de la naturaleza humana caída, el amor al dinero, y lo hace muy bien.
  • El evangelio de la prosperidad se vale de nombres engañosos como Movimiento de la Fe, y ejemplifica lo contrario a lo que estos nombres significan. Dicho movimiento en realidad viene a ser un materialismo “santificado”.
  • El diezmo ha dejado de ser limosna y se ha convertid o en un impuesto, y todo está gravado con este impuesto. Además, el diezmo es tan céntrico y fundamental que de ello depende hasta el reconocimiento como miembro de la iglesia.
  • Se dice que la prosperidad de los feligreses debe provenir de Dios pero es muy obvio que la prosperidad de los líderes muchas veces viene de los mismos feligreses. ¿Se ha preguntado usted por qué tanta insistencia en dar y dar primero? ¿Será únicamente para que Dios pueda bendecir o sería para enriquecer a los maestros? ¿Dónde termina gran parte de los diezmos y ofrendas?

Mas buscad primeramente el reino de Dios

El enfoque del Nuevo Testamento sobre estos temas de prosperidad y salud se encuentra bien representado en el Sermón del Monte: “No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?” (Mateo 6:25). 

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33). Este enfoque y actitud en la vida es la aplicación correcta de la fe en el campo material.

Cómo un movimiento materia lista y avaro llegó a llamarse Movimiento de la Fe es una paradoja. El evangelio de la prosperidad asegura que Dios quiere que seamos ricos,⁵ pero la Biblia dice que “los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición” (1 Timoteo 6:9). Y el versículo siguiente nos cuenta de algunos que “se extraviaron de la fe” por codiciar el dinero (1 Timoteo 6:10).

Notemos otras citas: “Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee” (Lucas 12:15).

Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis. Mas ¡ay de vosotros, ricos! porque ya tenéis vuestro consuelo” (Lucas 6:20, 21, 24).

 “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto” (1 Timoteo 6:6-8).

Y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses” (Mateo 5:41-42).

Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos” (Marcos 10:43-44). Por supuesto, con el dinero vienen mucha grandeza de este mundo y exaltación. Eso también es atractivo para la carne, ¿no es cierto?

No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad” (Filipenses 4:11-12).

Los reinos del mundo y un reino que no es de este mundo

En cierta ocasión, el “príncipe de este mundo” llevó a Jesús a un monte alto y le ofreció los reinos de este mundo y su gloria para tentarle (Mateo 4:8, 9). Es muy notorio que Jesús no lo corrigió por ofrecer algo que no fuera de él. Aparentemente, Satanás sí podía dar lo que estaba ofreciendo. Si bien el evangelio de la prosperidad ha resultado en una gran decepción para muchos, cabe hacernos la pregunta: En caso de que la fórmula funcione para hacer dinero, ¿quién podría estar detrás de ese éxito?

Por otra parte, ¿por qué van los cristianos tras las riquezas de este mundo mientras Jesús mismo nos dice que su reino no es de este mundo? (Juan 18:36)

Las máquinas tragamonedas,⁶ o tragaperra, se encuentran entre los aparatos más detestables. Son una estafa que perdura, gracias a la avaricia de la gente. La idea de obtener mucho a cambio de poco y la idea de obtener dinero sin producir o esforzarse deben ser algo detestable para el cristiano. Sin embargo, ¿ha pensado usted en que tantos que se dicen ser cristianos hoy día intentan convertir al Dios santo en una máquina tragamonedas?

La idea de dar para que Dios nos dé parece, a simple vista, una distorsión inofensiva. Sin embargo, esta “pequeña” distorsión cambia la naturaleza misma del dar. El acto de dar deja de ser algo desinteresado, caritativo, y compasivo para convertirse en un acto egoísta: dar para recibir más a cambio. Esta distorsión en realidad dice que es lícito amar el dinero y bendice el deseo de ser rico. Ya no estamos hablando de “dar limosna” según el Nuevo Testamento, sino de una fórmula para hacer dinero.

Desde la raíz misma, el movimiento de la prosperidad y salud es erróneo. Es una afrenta a la soberanía de Dios, porque todo lo bueno y correcto empieza con Dios y lo que él nos da. Dios decide cuándo y cuánto darnos, y nosotros solamente le devolvemos a él de lo que recibimos.

Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces” (Santiago 1:17).

~Keiner Barrantes

  1. healingandrevival.com/BioEWKenyon.html
  2. institutointerglobal.org/doctrina-cuestionable/601-el-movimiento-de-la-fe
  3. apologista.wordpress.com/2007/11/03/orígenes-del-movimiento-de-la-prosperidad/
  4. Kenneth Copeland, Prosperity: The Choice is Yours, p.4. según se cita en www.davidcox. com.mx/sermones/2006/06-015%20Avaricia%20(s).pdf
  5. davidcox.com.mx/estudios/cox/cox,david-evangelio_de_la_prosperidad(v1).pdf
  6. Arcade o maquinita de matar es el término genérico de las máquinas recreativas de videojuegos disponibles en lugares públicos de diversión, centros comerciales, restaurantes, bares, o salones recreativos especializados. Son similares a los pinballs y a las tragamonedas o máquinas tragaperras de los casinos, pero debido a que no son juegos de azar ni de apuestas – ya que se basan en la destreza del jugador– por lo general no tienen las limitaciones legales de éstas. www.wikipedia
Detalles
Idioma
Español
Número de páginas
4
Autor
Keiner Barrantes
Editorial
Publicadora La Merced
Temas

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