La adolescencia es una etapa de la vida muy importante en la cual la persona toma muchas decisiones que forman sus convicciones y su carácter. Durante esa etapa el joven pasa el proceso de maduración; cambia de un niño que depende intelectual y espiritualmente de sus padres a un adulto.
Si las leyes del país lo permitan o si lo prohíban, no tine nada que ver con el asunto del aborto inducido. Mas bien deberíamos estar pensando en lo que diría el Autor de la vida.
Si alguno ha fallado a la hora de criar hijos cristianos, obedientes y respetuosos, aún hay esperanza. No solo a Elías se le encomendó el ministerio de hacer volver el corazón de los padres a sus hijos y el corazón de los desobedientes a la sabiduría y justicia.
Hoy día hay mucha necesidad de adopciones. Hay tantos niños en el mundo que no tienen hogar. El corazón de cada padre cristiano debe sentir compasión por ellos, como Dios se compadece de las almas perdidas que él desea adoptar.
Tenemos la costumbre de ver la niñez como un tiempo de inocente descuido, y olvidamos que el diablo está tan ocupado en tentar a los niños como a los grandes. Sigue una llamada a las madres a que cuiden bien la inocencia de sus hijas, tantas las pequeñas como las grandes.
El siguiente artículo consiste en unas reflexiones de una mujer cristiana sobre el temor que plaga a muchas mujeres, y cómo obtener la paz verdadera en medio de los conflictos y problemas que amenazan.
A continuación se encuentra el testimonio de una madre cristiana y sus experiencias con respecto a la crianza de sus hijos, enfocando principalmente las edades entre los seis a doce años. Querida madre, aprendamos de su experiencia.
Un mensaje a la madre y a los hijos
Un desafío a todas las madres de ser una madre piadosa. Dios se acerca a la madre que en realidad quiere agradarlo con cumplir con ese papel tan importante. Que Dios las bendiga a todas las madres que toman su responsabilidad con seriedad de ser madre piadosa.