En los días antiguos, tenían la costumbre cruel de sacrificar al ídolo Moloc niños inocentes. ¡Que horrible! ¡Nunca tal haríamos nosotros! Pero—detente un momento, y considera el desafío del autor.
Habrá una cosecha desagradable para los que sueltan a sus hijos para que hagan lo que les agrada. Dios no nos ha creado para hacer lo que nos da la gana, sin restricciones apropiadas. Somos creados de tal forma que encontramos realización y felicidad en someternos a la autoridad que Dios ha puesto.
¿Quiere usted ver a sus hijos llegar a ser personas descontroladas, amenazantes a la sociedad, destinadas al infierno eterno? ¡Claro que no! Usted los ama demasiado. Pues no tiene otra alternativa; utilice la vara de corrección. “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece" (Proverbios 13:24)
¿Dónde se halla la verdadera solución a los problemas de violencia, en las escuelas, la falta de respeto hacia la autoridad? Cuando los padres, la iglesia y las escuelas trabajan en unidad, se les puede enseñar a los niños a respetar la autoridad y respetar los derechos de otros.
¿Le parece demasiado difícil el papel de la mujer en su hogar? Dios sabe bien lo difícil que es su trabajo. Pero él no lo ha dejado sola. Con su ayuda la mujer cristiana cumplirá fielmente sus deberes como esposa y madre.
Tenemos la costumbre de ver la niñez como un tiempo de inocente descuido, y olvidamos que el diablo está tan ocupado en tentar a los niños como a los grandes. Sigue una llamada a las madres a que cuiden bien la inocencia de sus hijas, tantas las pequeñas como las grandes.
Nada podrá tomar el lugar de la instrucción cuidadosa y diligente. La enseñanza y la corrección disciplinaria son inseparables. Si usted continúa fiel y constantemente instruyendo y enseñando al niño, él dará alegría a su alma para toda la vida. Padre, ocúpate de ello. Madre, ayuda fielmente.
Un cuento acerca de las marcas feas del pecado en nuestras vidas y como solamente Jesús puede darnos victoria sobre ellas.
A continuación se encuentra el testimonio de una madre cristiana y sus experiencias con respecto a la crianza de sus hijos, enfocando principalmente las edades entre los seis a doce años. Querida madre, aprendamos de su experiencia.
Los padres deben poner mucho esmero en criar a sus hijos sujetos a la autoridad desde pequeños. El niño que aprende a sujetarse a la voluntad de sus padres establece una base que hará que le vaya bien el resto de su vida.
Un desafío a todas las madres de ser una madre piadosa. Dios se acerca a la madre que en realidad quiere agradarlo con cumplir con ese papel tan importante. Que Dios las bendiga a todas las madres que toman su responsabilidad con seriedad de ser madre piadosa.
Todo padre que toma en serio su responsabilidad para con los hijos en casa, hace bien en considerar los retos a continuación.
Padre, tome su responsabilidad para con sus hijos. Tiene sólo una oportunidad de criarlos en el temor y amonestación del Señor, y proporcionarles la seguridad espiritual y emocional que tanto necesitan. No pierda esa oportunidad. Aprovéchela para la honra de Dios y para el bien de sus hijos.