Ya lo intenté

Unas ayudas, compasivamente dadas, para la persona que ha intentado seguirle a Cristo pero que sienta desanimada porque ha fracasado. ¡Hay esperanza!

¿Ha fracasado después de intentar vivir la vida cristiana? ¿Por eso piensa que ya no vale la pena seguir a Jesucristo? ¿Cree que Él le ha fallado? El desánimo produce tales pensamientos. Sin embargo, no puede ser culpa de Él, porque nunca abandona a sus hijos.

El fracaso sucede a menudo como resultado de no comprender la vida cristiana. Es posible que usted haya cometido algunos errores al tratar de ser cristiano.

Quizá no se arrepintió de todos sus pecados, y no nació de nuevo en verdad. El temor al hombre, nuestro orgullo, y los engaños de Satanás hacen difícil el confesar, y sacar todo a la luz. ¿Hay algo en su pasado que debe perdonar, confesar, pagar o devolver? La Biblia dice: “El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas” (1 Juan 2:9).

¿Ha intentado salvarse por sus propios méritos aparte de Cristo y su sangre derramada en la cruz? Quizá ha dicho lo siguiente: “Intenté ser cristiano al unirme a una iglesia, y trabajé mucho en su obra”. O: “Lo intenté haciendo nuevas resoluciones”. O: “Mis padres eran cristianos, por lo tanto yo también”. Quizá usted ha sido confirmado, o firmó una tarjeta de decisión, o levantó la mano en una reunión de culto. Pero la Biblia dice: “Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios 2:8).

Comprenda otro error común. Quizá no se entregó completamente a Jesucristo. ¿Será posible que lo aceptó como su Salvador, pero no le recibió como su Señor? ¿Le entregó ciertas áreas de su vida, pero a la vez reservó otras áreas? Acaso le llamó “Señor” de boca solamente. Él dijo, “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21).

¿Quiere ser un verdadero cristiano? Reconozca cualquier error pasado, y haga lo siguiente:

Arrepiéntase de todos sus pecados, de cualquier actitud egoísta, y de su desobediencia a Dios. Crea en el Señor Jesús como su único Salvador. No hay otra solución para vencer al pecado. Busque a Cristo, recíbale, y entréguele su vida completamente.

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9). Él le dará un nuevo corazón, y le dará Su Espíritu Santo. Conocerá Su amor. Tendrá el gozo y la fuerza que necesita para vivir victorioso en el camino de santidad. “Si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7).

Ande  con  mucho  cuidado,  y  viva  en oración.  Si  alguna  vez  cae  en  pecado, arrepiéntase con un corazón quebrantado en el temor de Dios. Levántese de nuevo, y siga adelante en fe, siendo más sensible cada día a la voz del Espíritu Santo.

Lea la Biblia y medite en ella. El bautismo, la obediencia a Cristo, las buenas obras, y el deseo de unirse a otros hermanos cristianos serán evidencias de su salvación. Así crecerá en su vida espiritual.   

Aunque pase por pruebas difíciles, siempre recuerde su compromiso con su Salvador. De esta manera no volverá a decir: “Lo intenté, pero  fracasé”.  Podrá  más  bien  decir  con humildad y confianza: “Soy cristiano, por la gracia de Dios”.   

–Roy Hession, adaptado

 

Christian Light Publications Inc,  Harrisonburg, VA 22803 Tel. (540) 434-0768

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Español
Otè
Roy Hession
Edite
Christian Light Publications
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