Dios anhela una relación con cada ser humano. El quiere que vivamos en paz con el. Esto incluye la reconciliación con nuestros hermanos. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? 1 Juan 4:20
Si alguno ha fallado a la hora de criar hijos cristianos, obedientes y respetuosos, aún hay esperanza. No solo
a Elías se le encomendó el ministerio de hacer volver el corazón de los padres a sus hijos y el corazón de los
desobedientes a la sabiduría y justicia.